Bandólica: Acceso, Identidad y Educación.
Bandólica nace del encuentro creativo entre Mariano Godoy —músico, bandoneonista y docente— y Sebastián Barbui, músico y productor reconocido en el mundo del tango. Llevaban años colaborando en la producción de los discos de Mariano, compartiendo escenarios, estudios y largas conversaciones sobre cómo llevar el bandoneón a nuevos territorios. En ese camino aparecía siempre el mismo desafío: lograr que el bandoneón, símbolo esencial de nuestra identidad sonora, pudiera convivir sin problemas técnicos en escenarios modernos, especialmente en bandas donde los acoples y el volumen lo relegaban. Ese deseo de proteger y expandir la voz del bandoneón fue sembrando la semilla de lo que más tarde sería Bandólica.
En paralelo, Mariano había creado para sí mismo un pequeño dispositivo MIDI inspirado en la mano derecha del bandoneón: algo íntimo, experimental y personal. Cuando llegó la pandemia, Sebastián vio en ese prototipo algo que podía cambiarlo todo: aquello que había sido una herramienta privada podía convertirse en un puente accesible para que miles de personas aprendieran bandoneón sin depender de instrumentos costosos, escasos y difíciles de conseguir. Así comenzaron a trabajar todas las semanas, desarrollando primero la mano derecha, luego la izquierda y un diseño sin fuelle que no busca reemplazar al bandoneón, sino acercar a más personas a él. En conjunto crearon la identidad, la luthería digital, los modelos educativos y los pilares que hoy definen a Bandólica: Acceso, Identidad y Educación. Todo se presentó oficialmente el 11 de julio, Día del Bandoneón y cumpleaños de Aníbal Troilo, y más tarde la familia Troilo se sumó con su apoyo y con el bandoneón original de Pichuco, que permitió grabar un sampler único para el modelo AT-1.
Desde 2021, Bandólica no ha dejado de crecer. Hoy está presente en más de doce países, con comunidades activas en Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, México, Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, Suiza, Suecia, España, Japón, Corea, Hong Kong y Australia, entre otros. El interés sigue expandiéndose y el proyecto avanza hacia nuevas etapas: Bandólica Kids, la tienda digital internacional, nuevos modelos y futuros samplers profesionales para músicos de todo el mundo. Lo que comenzó como la respuesta a un problema de escenario entre un músico y un productor apasionados por el tango, hoy se transformó en un movimiento cultural que está democratizando el acceso al bandoneón en todos los continentes.
